“No es la sangre lo que nos posiciona sino el lugar en que nacimos…”. Entrevista a Juan José Scorzelli.

(Extracto) – Fuente: The International Literary Quarterly (interlitq.org)

«No es la sangre lo que nos posiciona sino el lugar en que nacimos, crecimos y construimos nuestra pequeña historia…”. Entrevista a Juan José Scorzelli.

SERIE: VOCES DE AMÉRICA LATINA

En el camino que fuiste transitando durante tu carrera ¿podrías reconocer cuáles fueron tus aciertos y cuáles tus errores? 

Bueno ante todo muchas gracias por la entrevista, Yamila. Es difícil la pregunta, pero intentaré una respuesta que tal vez me sorprenda a mí mismo. En principio, menos mal que no dijiste “en tu vida”, allí la pregunta se me complicaría un poco más. Sin embargo, debo decir que no son cosas separadas sino que están íntimamente unidas. No siento, no creo que haya habido muchos errores en lo que se podría llamar ‘mi carrera’, como decís. Simplemente un camino de contingencias, cosas que se van dando y  que de alguna manera uno elige sin saber mucho o demasiado por qué lo hace. En mi caso, que iba a seguir arquitectura en un principio pero que dejé casi inmediatamente en el curso de ingreso, abordé psicología no sé por qué, por descarte incluso, ya que comenzaban las clases, los exámenes de ingreso y había que decidir algo. Estaba totalmente empantanado, pero nada fue tan casual. La vieja facultad de Filosofía y Letras  era conocida por mí casi desde siempre, ya que estudié primaria y secundaria en el Normal N°2 Mariano Acosta y pasaba frente a ella casi diariamente, es decir exceptuando sábados y domingos. Con sus carteles políticos siempre empapelando el edificio y los jóvenes que se manifestaban por esto o aquello, no pasaron inadvertidos en todos esos años. Así que finalmente allí me dirigí como si fuese un camino trazado del que no podía desviarme. Recordemos que en esos momentos la carrera de psicología formaba parte de la facultad de Filosofía y Letras. Luego llegó Freud, Melanie Klein, y más tarde, mucho más tarde llegó Lacan. Grupos de estudio, controles, pacientes y lo más importante para mí en esos años, mi propio análisis a partir casi o simultáneamente de haberme recibido. Diez años de análisis, cinco con Norma Rodrigues Gesualdi y cinco con Jorge Menéndez, con quien prácticamente terminé mi recorrido analítico, aunque tuve un último muy pequeño recorrido con Juan Carlos Indart, que fue también uno de mis maestros en psicoanálisis en esos tiempos. Actualmente, luego de mi pasaje por el millerianismo (en referencia al psicoanalista Jacques-Alain Miller), me acerqué a APOLa (Apertura para Otro Lacan) de Alfredo Eidelsztein y otros, institución de la que formó parte como miembro internacional, ya que en estos momentos resido con mi familia en Asunción del Paraguay. No cambiaría nada en mi recorrido ni mejoraría mucho las cosas que se fueron dando, más bien agradezco en todo caso, haber podido sostener en cada momento el paso que creí tener que dar. Quiero destacar que la gran transformación, mala o buena para otros, fue para mí haberme podido analizar, sobre todo con mi segundo analista, sin eso pienso mi neurosis no habría podido ser alterada. Agradezco sinceramente la existencia del psicoanálisis, soy un deudor de esa existencia y algo de esto me marcó para siempre a nivel del deseo y de la relación con los otros.

Si tuvieras que definirte ¿te identificas más como latinoamericano o como ciudadano del mundo? 

Esta pregunta parece sencilla, pero tiene sus complicaciones, al menos para mí. Soy latinoamericano indudablemente, de tercera generación de inmigrantes italianos y españoles. Por parte de mi madre mezcla de ambos orígenes, y por parte de mi padre más bien solo línea italiana como lo indica mi primer apellido y el segundo, Pérez, correspondiente a la línea materna. Así que bueno, descendiente de los barcos como le dicen. Soy también ciudadano italiano, igual que mi mujer y mis hijos; seguimos un poco esa herencia ‘de sangre’. Sin embargo, no es la sangre lo que nos posiciona sino el lugar en que nacimos, crecimos y construimos nuestra pequeña historia, y ese lugar para mí fue Argentina, su capital, Buenos Aires, con todos los vicios unitarios y nada federales, incluso nada latinoamericanos en los que fuimos criados, adormecidos o drogados. Y entonces, aunque me guste Europa, que es un poco la casa de los abuelos para nosotros, soy básicamente latinoamericano y agrego, nacional y popular, ya que apoyamos los proyectos que fortalecen a nuestra Patria Grande.

¿Qué debería aprender América Latina de los Estados Unidos y qué debería aprender Estados Unidos de América Latina? 

No sé. Estamos en un momento horroroso para América Latina, luego del veranito populista, y esto va en el buen sentido, en el de Alemán, el de Laclau, y no en el sentido en el que se juntó la biblia con el calefón y se llama populismo a cualquier cosa, cualquier cosa menos dignificar aquello que nombra la idea de una construcción popular, con dos características fundamentales, hegemonía y heterogeneidad. Una formación inclusiva que no es precisamente lo que mal se llama populismo de derecha. Populismo y derecha son antagónicos. Trump y Lula son antagónicos. Le Pen y Podemos en España, son antagónicos, Piñera y los Kirchner son antagónicos. Hace poco leí una característica que me parece importante rescatar, Estados Unidos apostó a la industrialización y eso también lo hizo crecer (más allá de su papel colonizador, capitalista), pero América Latina, y diría más específicamente Argentina, apostaron (fue y es dominada) por las oligarquías terratenientes, exportadoras de materias primas, con un claro interés de destrucción de industrias cuando las fuerzas populares, como las de Perón o el kirchnerismo incluso, vuelven a insistir en la industrialización. Países empobrecidos por los monopolios, la extranjerización y los gobiernos títeres favorables a una despiadada economía de mercado, con su ideología individualista, meritocrática y salvaje. Son zonas muy desiguales. No sé verdaderamente qué se puede aprender de cada cual, nuestros países son muy sufridos y cada vez parece aprendemos menos de las causas de nuestras desgracias. Las derechas insisten una y otra vez, destruyendo lo poco o mucho que se construye por fuera -o un poquito al costado-, del imperativo capitalista neoliberal dominante.

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BIOGRAFÍA 

Juan José Scorzelli es psicólogo, trabaja de psicoanalista, y es Miembro de APOLa (Apertura Para Otro Lacan).

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